Llegamos al aeropuerto de Loiu con demasiada antelación, para no variar, así que decidimos tomar un pequeño desayuno en el aeropuerto.
El avión salió con puntualidad y en apenas hora y cuarto estabamos allí. Nos sorprendió lo cerca que sobrevolamos el centro de Lisboa. Pudimos ver la magnitud del puente Vasco da Gama y lo parecido que era el puente del 25 de abril al Golden Gate de San Francisco.
¡Hacía un día maravilloso y teníamos que aprovecharlo!
Para llegar al hotel contratamos el servicio de aerobus que había nada más salir del aeropuerto. Compramos un bono que nos valía para el viaje de ese mismo día y el de vuelta. Una vez usado el billete podíamos hacer los viajes que quisieramos en la lína del aerobus durante las 24h siguientes, así que lo aprovechamos para bajar al centro a la mañana siguiente.
Hicimos el check-in en el hotel y despúes de dejar las cosas en la habitación bajamos rápidamente a disfrutar de la ciudad.
Nuestro hotel estaba a la altura de la plaza Marques de Pombal; desde allí fuimos bajando al centro por la avenida da Liberdade. Picoteamos algo en una terraza con Wifi (¡Sí! ¡WIFI!) y seguimos bajando: Plaça dos Restauradores, Rossio, el elevador Santa Justa iban apareciendo mientras avanzabamos hasta la Plaça do Comercio. Una plaza enorme, con sus escalinatas al borde del río Tajo llenas de turistas descansando y palomas.
Día 1: Explorando sin rumbo fijo.
![]() Primera plaza en nuestro camino: Marques de Pombal. | ![]() Bajando al centro por la Avenida da Liberdade. |
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![]() Pequeños oásis en la ciudad. | ![]() Más plazas de camino al centro. |
![]() El elevador da Glória une la Praça dos Restauradores con el Bairro Alto. | ![]() Rossio, una plaza con muchísima vida. |
![]() El curioso elevador de Santa Justa. | ![]() ¡Qué de vida en el centro de Lisboa! |
![]() El Arco da Rua de Augusta preside la preciosa Praça do Comércio. | ![]() Con el río Tajo de fondo. |
Aún teníamos media tarde por aprovechar, así que cogimos la Rua Áurea hasta el elevador de Santa justa y desde ahí nos metimos al fnac que había justo detras. A lo tonto, subimos unas escaleras mecanicas que nos dejarón en la misma Rua Garret, ahorrandonos el tener que subir las cuestas andando jejeje. Con el sol de frente, subimos la empinada cuesta comercial hasta A Brasileira, un famosisimo café que frecuentaban escritores y artistas tales como Fernando Pessoa.
Dimos un paseo sin rumbo por el Chiado, admirando los azulejos de sus fachadas y teatros. Con el anochecer nos acercamos hacia el centro y cogimos el aerobus hasta el hotel. Para acabar el día cenamos en un McDonals algo rápido y nos retiramos al hotel. Estábamos cansados y al día siguiente tocaba un día duro... y mi cumpleaños.
![]() Tranvías en la Plaça do Comércio. | ![]() Un tranvía por Chiado. |
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![]() El Tajo visto desde el Chiado. | ![]() El famoso café A Brasileira, en pleno corazón del Chiado. |
![]() De tiendas por Baixa-Chiado. | ![]() El Convento do Carmo perdió parte de su techo en el terremoto de de 1755. |
![]() Preciosos edificios. | ![]() Iglesias con techo restaurado en Baixa. |
![]() Azulejos adornan fachadas lisboetas. | ![]() Arte urbano cerca de la estación de metro de Picóas. |
Gastos del día:
-Desayuno: 9.70€
-Transporte: 11€
-Agua+m&m´s: 1.70€
-Postal: 1€
-Cena: 10€
Total: 24.40€
