Nos animamos con una durilla y después de esa haríamos una mas llana. Hicimos el trail de upper yosemite fall casi entero. Digo casi entero porque casi morimos en el intento. ¡Dios mío que sufrimiento! Nosotros que somos urbanitas eso de subir y subir y subir por caminos pedregosos del señor con unos vaqueros...pues como que nos costó un pelín. Pero las vistas del final, merecieron totalmente la pena. Llegamos a ver la upper yosemite fall relativamente cerca y fue increíble distinguir como el agua al caer se convertía en polvo y se depositaba al final de la cascada formando un montículo de nieve.

La bajada fue menos dura pero mas dificultosa porque había estado lloviendo y había algo de barro. Mi novia casi se deja allí el tobillo y yo también tuve un par de resbalones guapos.

Cuando ya llegamos al nivel del valle hicimos la caminata de la lower yosemite fall. Es un simple paseo que te deja ver el tramo final de la cascada baja y puedes ver el comienzo de la alta. Mirando desde ahí abajo nos dimos cuenta de todo lo que habíamos subido antes. No estaba nada mal...

Ya había empezado a anochecer asique nos fuimos acercando al Yosemite Village poco a poco. Existe en el parque un servicio de shuttle gratuito para desplazarse por el parque durante todos los días de año. Dependiendo de que la temporada sea alta o baja hace un recorrido u otro. Nosotros como estábamos relativamente cerca, pasamos de cogerlo pero al día siguiente sí que le dimos uso.

Vimos algo de fauna por la zona, pero no conseguimos ver ni osos ni pumas jouuuu.

Entramos en un supermercado que había allí con intención de comprar algo para la cena. Como en la habitación del hotel teníamos microondas, compramos unos tallarines deshidratados para hacer con agua caliente y medio pollito asado. Cuando lo vimos allí, en las bandejas calientes nos dieron unas ganas de abrirlo ahí mismo y devorarlo....pero fuimos civilizados y esperamos hasta llegar al hotel.

Que agonía pasamos en el coche...con lo bien que olía a pollo y nos quedaba aun algo menos de una hora para llegar...Y encima pillamos un corte de obras por desprendimiento que nos obligaba a parar 10 minutos. Después de nuestra experiencia en Sequoia no teníamos nada de paciencia con las obras, y el pollo encima seguía oliendo tan rico...

Fue pisar la habitación del hotel y empezar a devorar. El pollo estaba más especiado que el preparan en España pero con el hambre que teníamos todo nos sabía riquísimo.

Preparamos un baño caliente con el hidromasaje, pusimos una peli en el portátil y a relajaaaaaarse. Mañana nos tocaba otro día duro de senderismo...